
Átame la luna a la espalda
y que su música combine mis metales,
donde mi muerte circule sin folclores
como una hambruna de escenario congelado.
Esterilízame la palabra global
y atempérame esta colonia de raíces puras,
que naveguen las aguas mis secretos túneles
los espacios de aire con extrañas nubes.
Escúlpeme la tierra que circunda mi planta
donde ruge mi agua en su etapa más noble,
para emigrar a tu orilla sedienta de caricias
y fundirme en la arcilla que genera tu roca.
Rossana Arellano
2 comentarios:
A tu palabra no la callan ni los vientos. Bellos tus poemas amiga.-
Debe ser que me mimetizo con mi elemento (Aire) ja,ja
Gracias, una vez más
Ross
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