martes, 8 de diciembre de 2009

Una sombra distinta

Una sombra distinta

Hay una sombra
que me habla hace meses en voz alta,
yo le respondo con un guiño
mientras ella
mete laberintos en mi boca
que se van enroscando con la lengua
y se pegan al paladar.
He transformado una casualidad
mientras huía escurridiza,
le até un cinto de palabras
y la hice dar cinco vueltas en el aire,
luego la amasé con simpatía.

Un ángel la llenó de lluvia
cuando el diablo osaba pintar margaritas rojas
en orden asimétrico de cenizas.

Hay una sombra que me tomó de la mano
y puso alas largas a mi espalda, cuando yo dormía.

Ya no me asfixio de tanta ausencia
tampoco suspiro sosteniendo el nombre de mis padres.

Dicen que alguien me llamó alguna vez poeta,
debe ser que me confundió con otro
siempre fui de un tipo muy común
solía llevar en cada mano una pluma
para dibujar sonrisas
incluso en las bocas mas despintadas y amargas.

Hay una sombra distinta
que me tiembla en la voz
cuando va repitiendo mi nombre…

Rossana Arellano